No
quiero mirarte
tras
los barrotes
de
nuestras celdas.
La
pasarela de fuego
cada
vez que voy a buscarte,
ser
la héroe del poema
y
quedarme sola en el poema.
Mi
camino no va hacia ti,
eres
tú el camino,
y
al decirte
sigo
tú
me digas:
no
encontrarás flores de alfeizar en mis veredas,
pero
toma este saco de semillas.
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