viernes, 22 de marzo de 2013

Y qué si fumar mata.





     Y qué si fumar mata.

     Salir sin abrigo también mata,
     dejar la ventana abierta toda la noche,
     intentar volar.
     Cumplir años si que mata.

     No salir de casa un domingo
     tocarse mucho; eso
     también mata.
     Las llamadas que no haces,
     montar en avión,
     los puentes
     o cruzar las vías de un tranvía
     eso sí que mata.

     Y qué si fumar mata.

     El mar también mata,
     el final de una cerveza,
     vestir de uniforme
     y el Gabon antes de dormir
     que se escribe igual que jabón
     pero con G.
     Dejar de controlar al miedo
     o querer ser inmortal,
     eso también mata.

     Ir de compras con la cartera vacía
     comer mucho a escondidas,
     y no comer, también mata.
     Escribir poesía. Mata.

     Estar en el sitio equivocado
     en el momento equivocado.

     Ser curioso.
     No saber cuál es la puerta de tu casa.
     No tener tiempo para leer.
     Un despertador cuando tienes resaca,
     joder, eso sí que mata.

     Las miradas, qué me dices ahora
     de las miradas.
     No poder hacer lo que quieres, 
     eso, como fumar, mata.
     

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